Técnicas de segunda prescripción (síntesis)

En la segunda prescripción hay que re interrogar al paciente de los mismos síntomas de los que se quejó en la primera consulta, de lo que podemos deducir varias opciones:

  • Mejoría mental y física: significa que el medicamento es el correcto, el simillimum o se ha logrado un nivel alto de semejanza.
  • Mejoría mental y agravación física: significa que el medicamento posee la semejanza mental pero que probablemente sea una potencia o dinamización demasiado alta.
  • Agravación mental y mejoría física: Significa que el medicamento tiene poca semejanza, o sea que es paliativo o supresor y va en contra de la Ley de curación; hay que retomar el caso.
  • Agravación mental y física: Significa que el medicamento es incorrecto; ni la potencia ni el medicamento es el adecuado para el paciente. No indicar otro medicamento hasta que no cese la acción de este, (o antidotarlo) y retomar el caso.

Centro de Estudios Homeopáticos de Argentina

Personalidad y Homeopatía

Una otitis aguda puede ser accidental y no repetirse.
En los lactantes y niños pequeños, las otitis a repetición están en relación con una predisposición del terreno.

Homeopatía: Otitis - Chamomilla

En Homeopatía, el remedio se indicará según las características psíquicas concomitantes. Así Chamomilla será el mejor medicamento de la otitis aguda del lactante en el abceso dental, de mal carácter, insoportable, caprichoso y colérico. Los dolores del oido desgarradores, por abcesos, le arrancan gritos de rabia. No se calman si no lo mecen.

En cambio Pulsatilla, calmará la otalgia de la niñita rubia, suave y llorosa, ávida de consuelo.

De esta manera podemos observar que dos pacientes de personalidades  diferentes, aunque tengan ambos el mismo “nombre de enfermedad”, los medicamentos homeopáticos a utilizar serán diferentes.

El Síntoma como mecanismo de defensa

La ALOPATIA (Medicina Oficial, “Allos” significa en Griego “diferente de” y “Pathos” significa “enfermedad”) es el enfoque terapéutico por los opuestos. Desde este punto de vista una enfermedad es considerada como algo anómalo, hostil, un enemigo, una circunstancia molesta que hay que combatir con una visión casi militarista, plagado de términos como: anti… o inhibidor de… (Antiácidos, Antihistamínicos, anticolinérgicos, antiespasmódicos, inhibidor de la prolactina, inhibidor de la . . . . . . , etc., etc.). Se utilizan palabras como “arsenal terapéutico”, “combatir la enfermedad” etc. Según esta concepción, los síntomas no tienen  sentido de existir, no deberían existir, son un error. (los tengo que eliminar, no los entiendo, me molestan ==> los elimino). Esto constituye una linea de pensamiento pobre y primitiva.

Como para la Alopatía los síntomas son, (por lo general) las situaciones molestas que hay que suprimir, por ejemplo para el caso de un espasmo  estomacal se utilizarían medicamentos antiespasmódicos (que han sido estudiados en estómagos aislados de animales, suponiendo que el órgano aislado se comporta del mismo modo que se comportaría en la totalidad del ser vivo).

Por consiguiente: La Homeopatía parte del hecho de que:

el síntoma es la manera natural
que tiene el organismo para defenderse y/o adaptarse

Cuando una persona es afectada por ejemplo por el clima, responde a esa agresión poniendo en marcha mecanismos de adaptación. Lo mismo ocurre ante una invasión microbiana por ejemplo y si se responde en forma inmunológicamente correcta, conservamos o recuperamos rápidamente la salud. Si la respuesta elaborada es correcta y eficaz, se conserva y recupera la salud (equilibrio vital) y si la respuesta es incorrecta o ineficaz, se pierde este equilibrio vital y se llega a la muerte  o a un equilibrio deficitario, con síntomas insuficientes para lograr el equilibrio vital y que podremos llamar “enfermedad crónica”.

De esto se puede desprender que, la forma natural con que se defiende el organismo (síntomas) en la mayoría de los casos no debería ser suprimida sino que es necesario considerar la posibilidad de ser estimulada con medicamentos que provoquen el mismo conjunto sintomático en la persona sana, pero utilizados en microdosis (dinamizados); produciendo, no la supresión del síntoma, sino actuando en la misma dirección en la forma que sabia y naturalmente se defiende el organismo.
Repetimos entonces que: si la enfermedad se manifiesta por los síntomas,  producto del desequilibrio de la fuerza vital, la función del síntoma es recuperar el equilibrio vital.  Cuando el síntoma no tenga suficiente fuerza para recuperar el equilibrio vital, se produce, entonces, lo que conocemos como “enfermedad crónica”.

Por consiguiente, se pueden tomar dos caminos totalmente diferentes:

  • ir en contra del mecanismo natural de defensa,suprimiendo el síntoma,simulando un estado de salud;(medicina química actual, algunas veces necesaria). La consecuencia de esto, será que el intento de lograr un nuevo equilibriose manifieste más tarde en otro lugar.
  • estimular y ayudar al conjunto sintomático en el mismo sentido,para que termine su proceso natural lograr un nuevo equilibrio vital Natural.(Homeopatía, necesaria en la mayoría de los casos).

Si el Médico está formado en ambos sistemas o  por lo menos tiene conocimiento de los alcances y limitaciones de cada sistema, puede elegir entonces el tratamiento más apropiado, siendo un profesional completo. En homeopatía ya no se trata de creer o no creer, sino, de tener conocimiento o no tener conocimiento sobre el tema.

La enfermedad y la persona enferma

Es importante tener en claro que: no existen enfermedades como entes por si solos, lo que existen son

  • nombres de enfermedades y
  • personasenfermas que presentan síntomas y síndromes (conjunto de síntomas).

Como decía el Dr. Mario Crespo Duberty:

“Nunca he visto una tos por la calle,  siempre he visto gente tosiendo”

Energía Vital o Fuerza Vital.

Energía es la capacidad de un cuerpo, o de un sistema de cuerpos, de producir trabajo; es la potencia activa de un organismo.

La energía vital va mucho más allá de los límites físicos.

¿Qué es lo que hace que vivamos? ¿Por qué crecemos)
¿Por qué nuestras células se reproducen?
¿Por qué nacen las flores?
¿Por qué envejecemos?
¿Por qué morimos?…

Por la acción de la Energía Vital.

La Homeopatía se basa en el principio vitalista, en el concepto de Energía o Fuerza Vital y considera a la enfermedad una expresión de la perturbación o desequilibrio de esta fuerza vital.

¿Qué es Homeopatía?

La Homeopatía es una técnica basada en un sistema especial de administración de medicamentos extraídos de los tres reinos (mineral, vegetal y animal), preparados de un modo especial especialmente (diluciones y dinamizaciones), que son indicados respetando un conjunto de principios básicos naturales y  una filosofía propia (la Filosofía Homeopática).

Emplea micro dosis o dosis infinitesimales (que más adelante explicaremos en detalle) de sustancias para inducir una respuesta curativa en el paciente. Se  basa en un principio fundamental de la homeopatía denominado  principio de la similitud.

El correcto empleo de la Homeopatía implica tanto el conocimiento de las propiedades del Medicamento Homeopático como el de las teorías homeopáticas y leyes naturales que la respaldan y validan su uso.